*Kai do Maru
 
 

Kintoki es poco más que una niña, y la acción empieza cuando es perseguida por unos demonios encarnados en humanos. Estamos en el 889 DC, en la era Shoeki (Periodo Heien). En el país de Salami, en la montaña Ashikaga. Es atrapada por los perseguidores y ve como su acompañante es asesinada a sangre fría........ En ese momento aparece una patrulla que la salva al mando del guerrero Raiko Minamoto, capitán de “Los cuatro caballeros”.

Han pasado cinco años, y Raiko Minamoto la adoptó en su clan y la ha criado como a un guerrero. Kintoki, ahora conocida como Sakata no Kintoki “Caballero del fuego”, no se lamenta de ello y, aunque sea una guerrero, sigue siendo una mujer y siente algo más que respeto por el que fue su salvador y lider de los cuatro caballeros.

Es una obra para “sibaritas”. Una obra muy corta, con muchas particularidades estéticas que pueden extrañar al no iniciado, y con un guión que se aparta de lo convencional.

La trama es densa y compleja. Lamentablemente, hay que estar ligeramente al corriente de la política de la época, de las responsabilidades de las familias nobles y de muchos mas detalles para llegar a entender plenamente toda la trama.

La ambientación, estilo e incluso el lenguaje a sido muy cuidados. No hasta el extremo de que el lenguaje sea incomprensible, pero si con giros arcaicos que le dan un sabor especial.

Tanto los diseños de los personajes, como la paleta de colores utilizados o el detalle del dibujo son un tanto peculiares.

El diseño de personajes es francamente bueno, extremadamente realista pero con un toque arcaizante propio de los grabados de esa época. El color utilizado puede extrañar a algunos, pero se ha escogido también tomando como referencia los utilizados para narrar historias en las pinturas del periodo Heien. El detalle es una curiosa mezcla, ya que la combina 3D y 2D de un modo nunca visto hasta ahora.

El 3D puede ser extremadamente detallista, pero el colorido del mismo ha sido más bien simple para armonizar con una animación donde el color, más que el detalle narra la historia. Los diseños 2D son elaborados y van desde las telas de la ropa hasta pequeños detalles que habitualmente se omiten en otras obras épicas.

La historia es extremadamente sangrienta y violenta, como la época que narra. Una violencia, no obstante, que, aunque en ocasiones sea un poco exagerada, no es fantástica.

Solo un apunte que aclarara un detalle a los no demasiado iniciados. En japonés, un “Oni” es un demonio, y es importante aquí seguir las relaciones familiares entre diferentes personajes.