*Full Metal Alchemist
 
 

Fullmetal Alchemist, también conocida como Full Metal Alchemist (el nombre romanizado oficial tiene Fullmetal como una sola palabra, del que se deriva Full Metal ya que en inglés es la forma más correcta de escribirlo), FMA, o Hagaren (abreviatura del japonés) es un manga y una serie anime. En el japonés original, el título es Hagane no Renkinjutsushi (鋼の錬金術師, 'Hagane no Renkinjutsushi'?), que significa "El alquimista de acero", y se suele abreviar coloquialmente como Hagaren (ハガレン, 'Hagaren'?).

El manga fue creado por Hiromu Arakawa y publicado por Square Enix (a finales de 2007 seguía publicándose) en la revista antológica Shōnen Gangan. En España, actualmente lo está publicando Norma Editorial.

En el año 2003 el anime fue emitido en Japón siendo un gran éxito, por lo que menos de un año después de finalizada la serie, fue emitida la película Conquistador de Shamballa. Según los resultados de una encuesta online hecha y publicada en 2006 por TV Asahi, la serie sería el anime favorito de los japoneses en ese momento.[4] Tanto el anime como el manga han alcanzado un gran éxito dentro y fuera de Japón. En el año 2004, el manga de Fullmetal Alchemist obtuvo el premio Shogakukan Manga Award en la categoría shōnen (joven).

La historia transcurre en un mundo similar al nuestro, pero con una diferencia importante: al igual que aquí se desarrolló el uso de máquinas y la física como ciencias principales, en este mundo ese puesto lo ocupó la alquimia. No una alquimia casi mágica y similar a la química, como la que se practicaba en la Edad Media, sino otra bien distinta, una ciencia en toda regla, regida por la conservación de la materia. Para hacer alquimia se precisa conocer íntimamente la estructura de aquello que se desea transmutar, y mediante un diagrama conocido como círculo de transmutación, canalizar la energía de la persona hacia el fin perseguido: cambiar la forma y composición de algo. La alquimia no es sin embargo una ciencia al alcance de todos: se necesita un cierto talento para llevarla a cabo. Los alquimistas suelen ser de hecho personas muy respetadas.

Este mundo está habitado de la misma forma que el nuestro, con países y razas, y existe un cierto grado tecnológico, especialmente basado en la máquina de vapor. Quizá el aspecto más llamativo no son los coches a vapor, sino la creación de miembros artificiales para sustituir a los brazos y piernas humanos, los Automail. Estos se sirven de los impulsos nerviosos que el cerebro emite a pesar de la ausencia del miembro real, para mover un conjunto de mecanismos y dispositivos que imitan dicha parte del cuerpo.

En la historia se muestran las vivencias de dos hermanos alquimistas, que pese al tabú impuesto al respecto, intentaron resucitar a su madre. Esta prohibición pesa sobre la llamada transmutacion humana, mediante la cual, si uno comprende perfectamente el proceso, se puede reconstruir de cero un cuerpo humano, e insertar en él el alma del difunto, u otra creada artificialmente.

La alquimia humana se rige, igual que toda alquimia, por el Principio de Intercambio Equivalente: hay que dar algo de un determinado valor para conseguir algo del mismo valor. Sin embargo, para realizar la dicha alquimia, se necesitan dos cosas muy preciadas: los conocimientos para llevar a cabo la transmutación, y la propia alma. Y por ambas, hay que pagar. Los hermanos Elric desconocían que el precio sería el cuerpo de Alphonse, el menor, y la pierna izquierda de Edward, el mayor. Tras esto, y en un momento de desesperación, Ed sacrificó su brazo derecho para recuperar el alma de su hermano y atarla a una armadura. Ed sustituyó los miembros perdidos mediante Automail, y poco después empezó junto a su hermano a viajar por todo el país buscando la forma de recuperar la totalidad de sus cuerpos originales.

Para ello, Ed acepto la oferta de un oficial del Estado, el Teniente Coronel, Roy Mustang, para ser parte del ejercito, donde alcanza el rango de Alquimista Nacional, donde se le da el nombre de Alquimista de Acero (por sus miembros de metal), lo cual les da más libertad de movimiento.

Su búsqueda les lleva por numerosas situaciones, y acaba dirigiéndose a la consecución de un artefacto o sustancia, la Piedra Filosofal, que permite realizar alquimia sin tener en cuenta el Principio de Intercambio Equivalente. No son los únicos que la buscan, unos seres llamados homúnculos persiguen lo mismo con oscuras intenciones.